La fotografía, concebida como una prótesis mecánica para ampliar la visión, se impuso como una
herramienta al servicio del avance de la ciencia. La posibilidad de retratar individuos dio lugar a la
producción de “tipos” deshumanizados, de gran utilidad en la ciencia policial, forense y judicial.
La fotografía, y en especial la imagen médica, han sido, son y serán el modo más íntimo de vigilancia
y control sobre los cuerpos y las poblaciones. La imagen médica reduce y comprime nuestro ser
holístico (intelectual, emocional, metafísico) al ser biológico.